lunes, 20 de marzo de 2017

Una ilusión perdida

Cuando me apunté al equipo deportivo de balonmano estaba muy ilusionado,  porque entre otras cosas su lema era "Todos para uno y uno para todos" Al  principio todo fue perfecto, el entrenador me ayudó mucho, los niños eran muy amables...
Pero poco a poco me fui dando cuenta de como era aquello en realidad. Pues aunque en los partidos de la federación gritaramos nuestro bello lema y nuestro entrenador nos dijera que a el no le importaba ganar sino participar; en el entrenamiento nos reprendia si perdíamos en los partidos y abusaba de nosotros dejándonos exhaustos. Incluso cuando a un niño le dio un ataque de asma le pegó por no seguir trabajando. Pero además los mejores niños del equipo pegaban a los "Malos" Por hacerles perder, y para desgracia mía yo era de los peores.
Poco después me desapunté del equipo, aquello si que fue una decepción. Y no que cuando eres pequeño  tu madre te traiga un sándwich de jamón  en vez de sobrasada o que no te regalen el helicóptero con cámara que pediste. Solo en esos momentos sientes como una ilusión se destruye con la mayor crueldad posible.
(Historia ficticia)

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