lunes, 20 de noviembre de 2017

Personas que dejan huella

Esa profesora nos había marcado mucho a todos en general, y el día que la volvimos a ver en el anfiteatro de mi colegio, sentimos como todos nuestros pensamientos se iban a esos días felices en la guardería. Ahora la recordamos con nostalgia y con felicidad al pensar que ella se había inventado juegos si nos aburríamos, nos consolaba cuando llorábamos y la teníamos por una madre en esos tiempos. Ella no era más que nuestra profesora de infantil.
Con mis amigas, los días en la E.S.O se hacían pesados, así que al recordar aquello nos sentíamos como los niños pequeños y sin obligaciones que adoraban a aquella maestra. Se nos iban los pensamientos a esa clase de color rojo, mesas bajas y una pizarra enorme donde pasamos unos años queridos e inolvidables. Recordamos con alegría el patio de piedra donde nos hacíamos rasguños varios, compañeros de aventuras y cómo no, los macarrones más buenos que ninguno de nosotros haya tomado en su vida. Por ello, cuando la volvimos a ver, nos entró el cosquilleo de la imaginación, las ganas de jugar y de repente éramos los niños de antes, haciendo trastadas y demás pillerías. Así que, aquel día hicimos un trato, que nunca dejáramos de ser niños, de pensar como niños y disfrutar como niños.
Y gracias a ello, esta profesora a dejado su “huella” en los niños que cuidaba con tanto cariño.